En el transcurso de la crisis institucional desatada en la provincia de Tierra del Fuego, y que derivó en la suspensión del gobernador Jorge Colazo por el término de sesenta días (luego restituido en su cargo), periodistas de Ushuaia fueron blancos recurrentes de amenazas y agresiones por parte de sectores que pretenden endilgar a los profesionales de la prensa la responsabilidad de la situación conflictiva imperante.
La FATPREN junto con el Sindicato de Prensa de Ushuaia denunciaron las numerosas amenazas telefónicas al periodista de Radio Nacional Ushuaia, Alfredo Valdez.
Las amenazas alcanzaron también a trabajadores de Radio Masters, cuyo titular Francisco Gross, recibió un mensaje dando cuenta de la decisión de voltear la antena transmisora, mientras varios automóviles con vidrios polarizados se apostaban frente a la radio en calles Gobernador Paz y Rivadavia, por lo que dio aviso a la Policía Provincial de esta situación.
Los periodistas de Ushuaia repudiaron también la rotura de vidrios en la vivienda de la secretaria general, Carmen Miranda, en momentos en que el gremio de prensa daba a conocer un comunicado de solidaridad con un periodista agredido por personas que integraron una marcha a favor del gobernador luego suspendido.
Simpatizantes de Colazo agredieron y amenazaron a los periodistas del Diario del Fin del Mundo, Martín Alfaro y Gustavo Pusino; de TV 2 Noticias, Leonardo Barrientos y Carlos Safont, mientras ejercían su labor en el predio de Casa de Gobierno.
Ante la gravedad de los acontecimientos, el Sindicato de Prensa de Ushuaia, solicitó la intervención a la Fiscalía de Estado, al Juzgado de Instrucción en turno y al ministro de Gobierno de la Provincia, para que se brinden garantías constitucionales a los trabajadores de prensa mientras desarrollan su actividad, en lo relativo a libertad de trabajo y de expresión.
Tanto la FATPREN como el sindicato de Prensa de Ushuaia respaldaron solidariamente a los trabajadores agredidos y se declararon en estado de alerta para acompañarlos y defenderlos en todas las instancias, mientras se formula un llamado a la sociedad toda para que no se permita el silenciamiento de los que tienen la responsabilidad de informar sobre lo que está aconteciendo.
La Asociación de Prensa de Buenos Aires (APBA) manifiesta su total solidaridad con los trabajadores agredidos y con el Sindicato de Prensa de Ushuaia.
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