Al cumplirse diez años de su muerte, la figura del periodista, político, gremialista y escritor RODOLFO AUDI, será recordada el próximo domingo 9 de setiembre por sus colegas, amigos y compañeros de ruta en la vida y la política.
Como periodista inició su actividad en el año 1968 en las revistas Gente y Análisis. Durante las dos décadas siguientes transitó por las redacciones de los diarios Mayoría,
Pero el centro motriz de la actividad de Rodolfo Audi fue
Quienes lo conocieron no pueden olvidar su perfil de hombre sin desmayos, aún en las ocasiones más adversas. Porque para él, la política era un proceso que llevaba e involucraba toda la vida. Y, nos consta, por
Peronista hasta el último minuto, fue especialmente un militante gremial. Antes y después del golpe de estado de 1976 lideró movimientos, agrupaciones y espacios del gremio de prensa hasta alcanzar a principios de los 90
Si hubo un signo distintivo en su vida fue el compromiso empecinado, casi místico, por la construcción de proyectos colectivos. Así fundó algunas de las agrupaciones sindicales de mayor protagonismo en la lucha contra la dictadura y en la democracia, como la “Scalabrini Ortiz” y la “25 de Marzo”. Fue víctima de despidos y represalias por su actividad gremial, y un incansable referente de convocatoria para un conjunto de militantes del gremio de prensa.
Mucho antes, en la década del 70, se había desempeñado como Jefe de Prensa de
En el contexto de esa militancia escribió dos libros que sintetizan su pasión: “Sindicalismo: El poder y la crisis”, junto al periodista Oscar Raúl Cardoso, y “Siete años de lucha contra la dictadura”, donde reconstruyó con Alfredo Carazo la acción y resistencia del gremio de prensa durante el último proceso militar, entre otras publicaciones. Fue director de la revista “Movimiento”, una expresión temprana de
En los últimos días de su corta vida -apenas había cumplido 50 años- tuvo la satisfacción de ser candidato a diputado nacional por una fracción del peronismo porteño, a propuesta de los dirigentes peronistas Eduardo Valdés y Jorge Arguello. Su pasión por